jueves, 22 de diciembre de 2011

Jack Skellington se esfuerza pero no acaba de encajar

Hay que tener una vida muy extraña y / o estar muy sólo para zafarse del rollo social típico de estas empalagosas jornadas . . .

Este año encuentro indecente casi cualquier manifestación o alarde de armonía familiar , exaltación de la amistad y abundancias en general , en particular las materiales y gastronómicas . . . porque a juzgar por los informativos sólo las disfrutan unos cuantos . . .

Lo mío no es un problema material , es un complejo que empezó cuando tenía diez años y que tiene mucho que ver con la falta de estructura y apoyo familiar . . .

. . . y lo peor , que yo en mi atormentada existencia de cuarenta y dos años no he podido , sabido o querido corregir .

Odio la nochebuena y cualquier fiesta en la que sea obligatorio pertenecer a una gran familia bien avenida y feliz .

Socialmente siempre he tratado de dar el pego , pero ya no merece la pena esforzarse tanto porque al final sólo es Navidad en Navidad . . .
. . . el resto del año se parece mucho más a Halloween .

Si Jack Skellington quiere cambiar de bando allá el , yo me quedo en Halloween que me pega mucho más .


Jack Skellington, personaje seminavideño



Menos mal que gracias a mi casi autismo y a la libertad de la que disfruto ,
me puedo permitir el lujo de un aislamiento autoimpuesto que me librará de visitas incómodas , regalos de toma y daca , contactos sociales indeseables o poco deseados , felicitaciones , SMS´s y demás frivolidades sin sustancia .

Este año, no me pillan en nada que tenga que ver con estas entrañables fiestas .
Sólo saldré de mi confinamiento para la cena familiar de obligada asistencia .

Siempre he sido bastante rara ,
y esta vez voy a serlo en toda mi plenitud !

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