Confianza sin-razón

El amor es ciego por naturaleza así que equivocarse al confiar ciegamente en el ser amado es casi siempre un hecho intrascendente, reiterado y bidireccional,
digamos que la insensatez es una característica intrínsica del amor romántico.

Al fin y al cabo como dicen que dijo un tal San Pablo  ". . . el amor disculpa todo; todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta . . ."

Sin embargo hacer gala de esa ceguera en asuntos de otra índole es propio de imprudentes que rozan la necedad.


Una ya tiene una tendencia natural al optimismo injustificado pero si aún encima se deja abducir por Rhonda Byrne y su best seller The Secret, acaba creyendo en la llamada ley de la atracción, que está de moda por cierto,  y que viene a decir ni más ni menos que los deseos se cumplen si uno tiene fe ! .

Esta pseudofilosofía podría tener cierto sentido en el contexto romántico . . .
. . . teniendo en cuenta que el amor se rige por una magia de difícil comprensión. . .


. . .bueno, el caso es que la fe nos da seguridad y optimismo, pero ir más allá con la idea haciendo oídos sordos a evidencias y señales de alarma puede acarrear grandes problemas.

Sin ir más lejos en un suplemento dominical que tuve oportunidad de ojear esta semana, se achacaba el origen de la crisis a esta corriente de pensamiento que nace en EEUU propagada por el best seller antes mencionado gracias a la inestimable influencia de  Oprah Winfrey . . .  A lo mejor sí es ir demasiado lejos . . . No sé . . .

Alguien dijo que la confianza sólo se pierde una vez.
Hace mucho tiempo que perdí la fe en el éxito de esta especie de tragicomedia en la que me veo envuelta y a la que velada y sutilmente aludo en esta entrada. . .
Lo inteligente va a ser abandonar el escenario antes de que el autoproclamado director de la función la convierta en un drama ponzoñoso que nos intoxique gravemente al resto.



Ya lo dijo Quintus Horatius Flacus, " . . . las muchas promesas disminuyen la confanza . . . "
A estas alturas los afectos han perdido tanto peso que no disculpo nada, nada creo, nada espero y nada soporto ya.


Al final sólo palabras huecas . . .
. . . compromisos, acuerdos y Promesas Que No Valen Nada . . .

maravillosa canción de Los Piratas